lunes, 19 de noviembre de 2012

José María Merino



 
 
 
 
 
La perspectiva del gato
 
 
Justamente desde este punto, subido en su tinglado de troncos revestidos de cuerda, el gato me mira mientras trabajo. A mi espalda hay muchas imágenes y documentos: desde mi nombramiento como Sátrapa Honorífico por el Institutum Pataphysicum Granatensis hasta el título de Hans Christian Andersen Ambassador, pasando por el agradecimiento por mi contribución al bicentenario de Alexander Pushkin –que firma Valentina Tereshkova, nada menos–, por un icono rumano en el que figuramos los tres miembros del Filandón Postmoderno –Luis Mateo Díez, Juan Pedro Aparicio y yo mismo– y por las fotos, entre otras, de Sabino Ordás, de Ricardo Gullón, de mi hija Ana el día en que recibió el Premio Adonais –mientras la observan Claudio Rodríguez y Rafael Morales–, todo ello presidido por el cuadro de Félix de la Concha que utilicé como referencia para urdir mi discurso de ingreso en la RAE. Alrededor, libros, objetos menudos, papeles malamente ordenados, un retrato de mi mujer cuando éramos novios… Sobre mi mesa, dos pequeñas figuras tutelares: el hombrecillo polaco que monta un gallo y ese dios mono llamado Sun Wu Kong. Está encendida la lámpara de la mesa y la luz debería iluminar una carpeta azulada donde se encuentran materiales de mi próximo libro, y yo debería estar sentado a la mesa, absorto en el repaso de un cuento, mientras un silencio apacible me rodea. En cualquier caso el gato, que no quiere verme, mira la mesa y su entorno con esa fijeza de los felinos, que sin duda proviene de un espacio acaso paralelo al nuestro y que nosotros no logramos reconocer.
 
 
 
 
 
 
 
© Texto y fotografía: José María Merino
 
 
 
José María Merino (La Coruña, 1941) ha publicado, entre otros, las novelas El río del Edén (Alfaguara, 2012), La sima (Alfaguara, 2009), El heredero (Alfaguara, 2003), El centro del aire (Alfaguara, 1991), La orilla oscura (Alfaguara, 1985; Premio de la Crítica) y Novela de Andrés Choz (Novelas y Cuentos, 1976), las novelas cortas de El lugar sin culpa (Alfaguara, 2006) y Cuatro nocturnos (Alfaguara, 1999), los libros de cuentos El libro de las horas contadas (Alfaguara, 2011), Las puertas de lo posible (Páginas de Espuma, 2008), Cuentos de los días raros (Alfaguara, 2004), Cuentos del Barrio del Refugio (Alfaguara, 1999), El viajero perdido (Alfaguara, 1990) y Cuentos del reino secreto (Alfaguara, 1982), los microrrelatos de La glorieta de los fugitivos (Páginas de Espuma, 2007) y Días imaginarios (Seix Barral, 2002), los ensayos de Ficción continua (Seix Barral, 2004), el libro de memorias Tres semanas de mal dormir (Seix Barral, 2006) o los poemarios recogidos en Cumpleaños lejos de casa (Seix Barral, 2006). En 2008 fue elegido académico de la RAE.
 
 

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